Montserrat, 51 años
Cuando Montserrat acudió a LIFE MELIOR, llamaba la atención su lentitud en la expresión, lo que técnicamente llamaríamos bradilalia. Refería una sensación extraña que se podría etiquetar perfectamente como debilidad. En conjunto, era un cuadro confuso, pero Montserrat lo explicaba de una manera muy comprensible y después de un rato de hablar, la bradilalia era muy impresionante. En la exploración física, destacaba cierta hipertonía y, sobre todo, unos reflejos osteo-tendinosos muy exaltados.
Ante la sospecha de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), se derivó a una Unidad de referencia en esta patología de un hospital de tercer nivel de nuestro país, donde fue diagnosticada y comenzó un control multidisciplinario. A pesar de que algunas enfermedades no tienen tratamiento curativo, el control temprano de la clínica es crucial para disfrutar de la mejor calidad de vida el mayor tiempo posible.